Sueño de una noche de verano
...se sentía una perturbación en la fuerza… el balance había cambiado. Un nuevo espíritu azul había despertado y se abría camino, imparable. A su paso lo verde se volvía azul y se multiplicaban los campos del mismo color...
Esa noche hubo un presagio. Uno de nuestros profetas tuvo otra visión. Entre dormido y despierto la describió: la luz de un faro, intensa y azul, se extendía kilómetros y kilómetros desde las dunas hasta el horizonte. Sobre él, una enorme luna se reflejaba en la inmensidad del mar.
Los pitufos que inicialmente no comprendían del todo los símbolos, meditaron largamente sobre su significado... y después de 13 minutos se lanzaron a hacerlos realidad.
La belleza de la azulada costa gallega en la noche